miércoles, 30 de julio de 2008

Los Gloriosos Husares de Junin

El Regimiento de Caballería "Glorioso Húsares de Junín" N° 1" - Libertador del Perú, es la guardia montada del Presidente de la República del Perú y de su residencia, que es la Casa de Pizarro. Su sede está en el Cuartel "Barbones", antiguo cuartel del Regimiento de Caballería "Mariscal Nieto" Dragones de la Escolta del Presidente de la República del Perú, en el Cercado de Lima.

La Caballería de la "Legión Peruana de la Guardia" se organizó sobre la base del Escuadrón "Húsares de la Escolta del General" (ex Escuadrón de Cazadores a Caballo de los Andes), unidad que se había distinguido en la Campaña Libertadora de Chile. Dicho escuadrón fue uno de los primeros en ingresar a Lima el 6 de julio de 1821 y el que acompañó a la comitiva oficial el día de la Proclamación de la independencia del Perú. Luego fue anexado a las tropas que sitiaban el Real Felipe, hasta septiembre de ese año en que capitularon sus defensores.

A esta caballería el Generalísimo Don José de San Martín, el 18 de agosto de 1821, le daría el nombre de "Escuadrón de Húsares de la Legión Peruana de la Guardia" al mando de Guillermo Miller, la cual formaría parte del Ejército Peruano que debía mantener al Perú independiente del dominio de España.

La Legión Peruana de la Guardia fue creada por Decreto Protectoral del 18 de agosto de 1821 y estaba compuesta por:

* Un batallón de infantería compuesto por seis compañías
* Dos escuadrones de caballería ligera
* Una Compañía de artillería volante

En 1822, estos escuadrones se convirtieron en el Regimiento de Caballería "Húsares de la Legión Peruana de la Guardia" con cuatro escuadrones. El cuarto escuadrón de esta unidad se organizó en Trujillo a órdenes del coronel EP Antonio Gutiérrez de la Fuente. Este escuadrón en 1823 dio origen al Regimiento "Coraceros", que en 1824 se convirtió en "Húsares del Perú" y tomó parte en las batallas de Junín y Ayacucho.

En octubre de 1822, al segundo escuadrón del Regimiento de Caballería "Húsares de la Legión Peruana de la Guardia" se le envió a Chincha Alta para realizar un reconocimiento. Hasta allí había llegado el ejército realista, al mando del Mariscal Rodil. Las tropas se enfrentaron y fue para los "Húsares" la oportunidad para que mostraran todo su valor.

En la batalla de Junín, los escuadrones de "Húsares del Perú" tuvieron una descollante participación, gracias a la sagacidad del sargento mayor Andrés Rázuri, quien apreciando la magnífica oportunidad de caer sobre el flanco y retaguardia del enemigo, cambió deliberadamente la orden de "retirada" por la de "ataque".

Así la caballería peruana cargó sobre los realistas y en una acción resuelta y sorpresiva, transformaron la hasta entonces derrota, en victoria. Por esta notable acción, Simón Bolívar, cambió el nombre al Regimiento "Húsares del Perú" por el de Regimiento "Húsares de Junín".

El 9 de diciembre de 1824, el Regimiento "Húsares de Junín" destacó por su bravura en la batalla de Ayacucho, lo que le mereció llevar en su bandera de guerra la inscripción "Libertador del Perú" conforme al decreto fechado en Lima, el 27 de diciembre de 1824, siendo el nombre actual de la unidad: Regimiento de Caballería "Glorioso Húsares de Junín" Nº 1 - Libertador del Perú.

En febrero de 1987 el Presidente Alan García, ordena que se le dé "carácter peruanista" a su guardia personal que vestía un elegante atuendo de inspiración francesa y que el consideraba livianamente "igual" al usado por los Dragones de la Guardia Republicana de Francia. Para ello, escoge al RC "Glorioso Húsares de Junín" Nº 1 como "escolta presidencial".

En el uniforme de los Húsares de Junín, el dormán con alamares (sin las charreteras) lleva 33 botones que simbolizan las 33 victorias seguidas de Napoleón Bonaparte.

Esta unidad desde su creación nunca ha sido desactivada y ha estado presente en los acontecimientos más importantes de la historia nacional peruana. Debido a su trascendencia histórica fue designada para estar presente en la reincorporación de Tacna al territorio del Perú el 28 de agosto de 1929.


Fuente: Wikipedia

martes, 29 de julio de 2008

La Celebración del Centenario de la Independencia del Perú

Estando a tan pocos años de celebrar el Bicentenario de nuestra independencia es bueno recordar como se celebró el Centenario.

La conmemoración del Primer Centenario de la Independencia en 1921, fue utilizado por Leguía como un medio de propaganda política en el país y el extranjero.

Sin embargo, fue un gran acontecimiento que despertó un gran interés y se celebró con el mayor despliegue posible.


Leguía supervisó personalmente los detalles de este notable acontecimiento. Su idea era hacer converger en Lima a representantes de todo el continente americano y de selectos países europeos.

Fueron invitados, en primer lugar, Estados Unidos (que era el aliado principal del Perú en ese momento), y también los vecinos "conflictivos" como Brasil, Ecuador, Bolivia y Colombia. Chile no fue invitado ya que aún no se había realizado el plebiscito de Tacna y Arica.

Finalmente confirmaron su asistencia 16 embajadas y 13 misiones especiales de todo el mundo.

Jorge Basadre en el Capítulo 3 del Volúmen 14 del su obra monumental: "Historia de la República del Perú" nos relata las actividades que se desarrollaron durante las celebraciones del Centenario de la proclamación de la Independencia nacional en julio de 1921.

Entre ellas destacan algunas que sintonizan con el espíritu moderno de la época: monumentos, medallas y estampillas conmemorativas, banquetes, discursos, desfiles militares, museos y exposiciones o ferias industriales. Asimismo, se percibe que están predominantemente dirigidas al concierto internacional, de ahí que sea importante el arribo de delegaciones extranjeras y tengan alta valoración los regalos otorgados por las comunidades de inmigrantes extranjeros.

Entre los monumentos que se inauguraron estuvo la estatua a San martín, colocada en la ciudad de Pisco y otro monumento de San Martín en la Plaza que lleva su nombre en la capital. Entre las celebraciones en torno a los monumentos de otros personajes fundamentales de la Independencia estuvo el desfile de honor ante la estatua de Bolívar.

La Orden del Sol instaurada por José de San Martín en los albores republicanos fue restablecida. Asimismo, se confeccionó una medalla conmemorativa denominada «Medalla del Primer Centenario de la Independencia Nacional». Nótese lo simbólico y también el impacto que genera en la sociedad la decisión de este tipo de medidas. Efectivamente, cuando se individualiza el reconocimiento –a través de la entrega de una medalla- se está en pos de cumplir dos objetivos muy precisos. Así, a través de esta práctica, tenemos que por un lado se está conformando una nueva elite; y por otro lado, se está consolidando un grupo nuevo. En el caso particular de este período, tengo la impresión que se trata de esta segunda posibilidad, pues uno de los que fueron objeto de reconocimiento público –a través de la medalla conmemorativa- fue el propio Augusto B. Leguía.

La exposición industrial y la apertura del Museo Bolivariano, fueron dos actos que muestran el diálogo que se busca establecer entre el período fundacional y el período del centenario. En efecto, la exposición industrial es una ocasión en la cual los países que participan exhiben lo que consideraran más representativo de su condición moderna. Así, exponen aquello que han producido en términos de invenciones, tecnología y maquinarias para demostrar el nivel de desarrollo al que han legado. Mientras que el museo es asumido por los estudiosos, con la función de mausoleo, en el sentido de contener aquello del pasado que adquiere significado particular para el presente. Es decir, que juega un papel muy importante en la construcción de la memoria colectiva.

Los regalos recibidos por las colonias extranjeras también tenían esa vocación por lo moderno y lo simbólico: de Alemania la torre de reloj ubicada en el parque Universitario, de España un Arco de triunfo a ser colocado en la Av. Wilson, de Gran Bretaña provino el estadio, de los japoneses el monumento a Manco Capac, de los chinos una fuente de agua, de los norteamericanos bibliotecas. El tiempo, el triunfo, el deporte, lo Inca, el control sobre una fuerza natural como cs el agua y el conocimiento son valores y símbolos que
comparten tanto los peruanos como las colonias establecidas en el territorio.


Recordemos ese día glorioso que fue el centenario de nuestra independencia en este día de la patria.

San Martín y Bolívar: dos ideas distintas para América

San Martin y Bolivar en Guayaquil

Encontré esté artículo en el diario en linea La Nación de Argentina, es un artículo que trata de uno de los secretos siempre vigentes, el de la entrevista de San Martin y Bolivar en Guayaquil.

Cuando aquel 26 de julio de 1822 San Martín llegó al palacio de Guayaquil para el diálogo decisivo con Bolívar, ya había perdido sus ilusiones sobre el destino de América latina y tenía juicio formado sobre el militarismo heroico y vacuo del Libertador. En efecto, la violencia militar puede liquidar un orden establecido, pero no crearlo. Y éste es el punto crucial al que había llegado San Martín en su experiencia extrema de retorno a esa América de su primera infancia.

Había vivido hasta los 3 años en el paraíso subtropical de Yapeyú, sobre el Uruguay –el río de los pájaros–, y hasta los 7 en ese aldeón melancólico llamado Buenos Aires. Sus padres fueron trasladados a España y desde los 11 años su familia sería el ejército real durante 20 años de guerras, desde el norte de Africa hasta las batallas ganadas contra la invasión napoleónica.

Gozaba del mejor concepto y del rango de coronel. ¿Qué lo había decidido a enrolarse en la aventura de la independencia y volver sus armas contra su juramento? No era hombre de evocaciones ni de nostalgias. Tal vez tenía algunas imágenes de paraíso perdido: la ternura de su madre, los tucanes chocando sus picos en un rito de amor, la temida leyenda del yaguareté-í, la placidez cósmica del gran río.

España moría como imperio y tal vez San Martín ya no soportaba la decadencia y la corrupción del ocaso de Fernando VII.

San Martín había llegado a Guayaquil en el bergantín Macedonia. Bolívar le mandó a sus edecanes en traje de gran parada. A caballo recibió el homenaje de coraceros; entre centenares de banderas colombianas (Bolívar se había anexado Guayaquil en forma inconsulta), alcanzó el palacio donde el libertador lo estaba esperando.

Desde allí, ambos saludaron a la multitud. Eran dos hombres muy opuestos. Bolívar se movía con gestos rápidos y nerviosos; por momentos se erguía muy estirado, como suelen hacerlo los que tienen una estatura inferior a la media. Asumía con sublimidad de senador romano su figura de dimensión histórica.

Arando en el mar

Dominaba con generosidad y soltura toda circunstancia pública. Hablaba con energía y precisión. Se había formado en la riqueza. Conocía los clásicos y las vanguardias europeas. Se sentía ungido para una misión y estaba en el cenit de sus éxitos. Amaba los caballos, los libros, los dioses grecolatinos, la grandeza, las mujeres, las ideas liberales y republicanas de la Ilustración. Su amante incomparable era Manuela Sanz, vestida con uniforme de húsar, chaqueta roja y doble hilera de botones dorados. Cabellera negra derramada hasta enredarse en las charreteras color oro.

San Martín era circunspecto, poco sonriente. Adusto como el mismo Escorial. Llegaba a ese encuentro sin esperanza de cambiar su destino. Sentía seguramente que sería un milagro que Bolívar pudiese compartir un tema opuesto por completo a la visión del triunfo militar que lo exaltaba como estratego genial. San Martín había dejado todo preparado para regresar inmediatamente a Perú y reembarcarse hacia Chile.

Bolívar hacía de todo fasto una fiesta. Convocó a las familias distinguidas y al cabildo de Guayaquil a rendir homenaje al héroe sureño. San Martín la debe de haber pasado muy mal cuando Carmen Garaycoa, la adolescente hija de una amante del libertador, se acercó a él como una vestal griega y le colocó una corona de laureles y oro.

Desconcertado, se la quitó y se la devolvió a la niña murmurando que no merecía semejante homenaje. Luego, los héroes dialogaron a solas durante el almuerzo y al día siguiente se reunieron cuatro horas que serían para siempre famosas para nuestra historia.

Desde ese día en Guayaquil faltaban ocho años para la muerte trágica de Bolívar. San Martín, como un ángel premonitor, de algún modo le adelantó la frase que el libertador pronunciaría como un triste reconocimiento al expirar: "Hemos arado en el mar".

Apenas un desierto

Los historiadores no se detuvieron en el tema menor del comando para las batallas finales y del consiguiente renunciamiento. No fue el tema: Bolívar estaba ya claramente establecido en la primacía del poder continental y San Martín se había desprestigiado ante sus oficiales al no ordenar a Arenales la destrucción del ejército español cuando abandonaba Lima rumbo a las sierras.

Esa extraña orden, nacida del espíritu e ideología de Punchauca, prolongaría la guerra tres años, hasta la batalla final de Junín y Ayacucho, ya retirado el libertador argentino. ¿Qué visión trastornaba a San Martín?

Sabía que araban en el mar. Consolidaban una independencia sin contenido. Un grupo de militares, clérigos, abogados y propietarios asumían en nombre de la democracia el gobierno de repúblicas vacías.

La violencia de caudillos, señores de la guerra y explotadores era más grave que la placidez de la colonia española en ese siglo de decadencia final. No se podía hacer nada vital con esos pueblos anonadados.

El, Belgrano y muchos otros habían mitificado al Incario en el Congreso de Tucumán. América era un desierto apenas poblado por entes vaciados que miraban pasar las tropas de sus libertadores con total indiferencia, esperando que se asentase de una buena vez el polvo alimentado por los cascos.

¿Para qué querían la independencia si no podían reencontrar los dioses que les habían matado? El teocidio fue la clave del genocidio de la conquista.

Para San Martín todo era una desilusión. Esos pueblos vivirían muchas décadas de desastres. Quedaban enfrentados a la nada y a la anarquía.

Como la Argentina, todos nuestros pueblos serían envilecidos en guerras civiles y en el triunfo de caudillos efímeros. Quedarían cortados del mundo de los países centrales sin alternativas culturales eficientes.

Cortados del mundo de la civilización occidental, volveríamos a ser meros desiertos en los confines.

Leguas vacías, alguna posta entre espinillos, jaurías de perros cimarrones y la bendición de alguna torre caleada de campanario señalando la ciudad, con su señoría ignorante y con todo el tedio de la incultura de los universos marginales.

Había que conseguir la independencia, pero organizando monarquías constitucionales con príncipes españoles y europeos para quedar vinculados vitalmente con la cultura y con el progreso del siglo.

Reunión en Punchauca

Esta convicción nacida de sus cabalgatas americanas se transformó en obsesión y fue el tema de la reunión de Punchauca, un año antes de ese encuentro en Guayaquil, cuando el 2 de junio de 1821 se reunió con el virrey de Perú, en plena guerra y antes de la caída de Lima.

El general Mitre, que consideró una entelequia el plan de San Martín, destacó la reunión de Punchauca como el paso político más trascendental en la vida del Libertador.

San Martín puso como base el reconocimiento de la independencia de Perú por parte de España. Se entronizaría a un príncipe español como monarca constitucional. Se nombraría un consejo de regencia hasta la llegada de aquel príncipe.

El virrey y San Martín podrían viajar para presentar el tema ante la Corte de España. Cesaría el sistema colonial y entrarían en el siglo de los ideales liberales afirmando la realidad cultural occidental. El virrey y sus generales liberales exultaron con el plan.

Hubo brindis, exaltados. La penosa guerra y las matanzas concluirían en una renovación de progreso mutuo basado en la cultura común.

Lo que aceptaron el virrey y sus generales fracasó en los pasillos de Madrid, donde los burócratas pensaban que podían todavía reconstruir el imperio de Felipe II.

San Martín entró en Lima poco después.

El Libertador jugó su última carta ante Bolívar en Guayaquil. Pero para entonces Bolívar ya pensaba en la monocracia vitalicia. Expresó que no admitiría que vinieran Borbones, Austrias ni ninguna otra dinastía europea diferente de nuestra masa.

En cuanto a España, afirmaba que no bastaba romper con España, sino que "era indispensable también romper con todas sus tradiciones de gobierno y administración, y entre ellas con la tradición monárquica".

Todo estaba dicho, y brutalmente dicho. El general San Martín le diría a su yerno Balcarce: "Bolívar me trató con grosería".

Terminada la reunión, hubo una espléndida cena con baile. El hombre de perfil de senador romano del acto de la mañana se movía feliz bailando incansablemente entre mujeres bellas y oficiales con sus entorchados.

San Martín se apartó sigilosamente y dijo a Guido: "No puedo soportar este bullicio, nos vamos ".

Y se embarcó en el Macedonia, hacia Perú, para renunciar a todos sus cargos y emprender después el largo exilio, mientras la anarquía dominaba el continente.

Nadie había comprendido lo que culturalmente se consolidaría como realidad un siglo más tarde.

Por Abel Posse
Para LA NACION

El autor es novelista y miembro del Instituto Sanmartiniano de Perú.

lunes, 28 de julio de 2008

Cronología de la Independencia del Perú

Una vez conseguida la independencia de Chile, el General José de San Martín desarrolla su plan para invadir el Virreinato del Perú desde el pacífico Sur.

Esta empresa en un principio sería financiada conjuntamente por los gobiernos de las Provincias Unidas del Río de la Plata y de Chile.

Se determinó que el mando de la expedición recaería en el célebre Libertador José de San Martín y el mando de la escuadra en el marino escocés contratado Lord Thomas Alexander Cochrane.

En 1820, San Martín y O'Higgins logran organizar la expedición que liberaría Perú de la Corona Española.

Los realistas no tenían una escuadra bien equipada, por lo que una expedición patriota por el Océano Pacífico era una causa de temor a los realistas. Mientra tanto, el corsario británico Lord Thomas Alexander Cochrane asolaba el Callao, y San Martín se preparaba para llegar al Perú.

El 21 de agosto de 1820, se embarcó el Ejército Unido en Valparaíso a bordo de 6 navíos, contaba con un ejército de 4.118 efectivos de los cuales el 50% eran negros libertos.

El 7 de septiembre la expedición libertadora estuvo frente a Paracas, en la bahía de Pisco en la actual región Ica en el Perú y el día 8 de septiembre de 1820, desembarca y ocupa Pisco.

Desembarcado, San Martín dirigió una proclama a sus tropas y estableció un código de ética a sus tropas para el mejor comportamiento de las mismas durante la campaña que iba a iniciar.

Un destacamento desembarcado tomó posiciones en Chincha.

El 14 de septiembre de 1820, el virrey del Perú, Capitán General Joaquín de la Pezuela, que había jurado cumplir la Constitución Liberal de 1812, por orden de Fernando VII, le envió una carta a San Martín ofreciéndole entrar en negociaciones.

El día 15, San Martín aceptó entrar en negociaciones. A partir del día 25 de septiembre, los patriotas y realistas entran en primeras negociaciones en lo que se ha denominado las Conferencias de Miraflores y que concluyeron el 4 de octubre sin llegar a ninguna conclusión.

El 21 de octubre de 1820 el General José de San Martín crea la bandera del Perú.

El ejército realista al mando del general José de Canterac, ya había dejado Lima, rumbo a la sierra, el 25 de junio de 1821. Álvarez de Arenales fue enviado en su persecución. El ejército patriota, estaba a punto de presentar una batalla frontal, cuando el general San Martín, lo impidió: era indudable que San Martín no deseaba un enfrentamiento frontal con las tropas españolas.

El 5 de junio de 1821, el nuevo virrey del Perú capitán general José de la Serna e Hinojosa, anunció a los limeños que abandonaba Lima para refugiarse en el Callao, al amparo de la fortaleza del Real Felipe.

Los notables que quedaron en Lima (españoles y criollos), le hicieron llegar una invitación a San Martín para que ingrese a Lima, el 9 de julio de 1821. El general José de San Martín, mandó un destacamento patriota e ingresó a Lima, la madrugada del 12 de julio de 1821.

San Martín esperó que oscureciese para entrar a la capital a caballo y sin escolta, acompañado por un simple ayudante; y dos días después lo hizo el grueso del ejército patriota.

Ya en Lima, el general José de San Martín, invitó al Cabildo a jurar la independencia, que se cumplió el 15 de julio de 1821.

El 17 de julio fue recibido en la ciudad el almirante Lord Cochrane.

El sábado 28 de julio de 1821, en una ceremonia pública muy solemne, José de San Martín, proclamó la independencia del Perú.

Primero lo hizo en la Plaza de Armas, después desde la plazuela de La Merced y, luego, frente al Convento de los Descalzos. Según testigos de la época, a la plaza de armas asistieron más de 16.000 personas.

El libertador con una bandera peruana en la mano, exclamó: "EL PERÚ ES DESDE ESTE MOMENTO ES LIBRE E INDEPENDIENTE POR LA VOLUNTAD GENERAL DE LOS PUEBLOS Y POR LA JUSTICIA DE SU CAUSA QUE DIOS DEFIENDE. ¡VIVA LA PATRIA! ¡VIVA LA LIBERTAD! ¡VIVA LA INDEPENDENCIA!"

Sus palabras fueron recogidas y repetidas por la multitud que llenaba la plaza y las calles adyacentes, mientras repicaban todas las campanas y se hacían salvas de artillería entre aclamaciones como nunca se había oído en Lima".

El Perú ya era independiente.

sábado, 26 de julio de 2008

Receta de 3 delicias que no deben de faltarnos en Fiestas Patrias

Estuve preguntando a varias personas cuales son los platos típicos peruanos para estas Fiestas Patrias, y no recibí muchas respuestas; así que hice uso de mis recuerdos, y pensé en mis Fiestas Patrias pasadas.

¿Que me provocaba comer por Fiestas Patrias?

Recordé que hace años no pude comer anticuchos en 28, así que en una reunión familiar pocos días después me comí media docena.

También en la chicha morada y las deliciosas empanadas de carne.

Posiblemente para ti sean otras cosas las que te provocan comer en estas fiestas, pero yo pienso en estas 3; anticuchos, empanadas de carne y chicha morada.

Aquí les dejo las recetas que encontre en el blog Piqueitos y Sabrosuras Peruanas:



Ingredientes

¾ k de maíz morado desgranado
1 k de Manzanas para cocinar (sólo las cáscaras)
1 Piña grande (sólo la cáscara)
limones
Azúcar al gusto
4 Clavos de olor


Preparación

En una olla grande hierva el maíz morado, las cáscaras de manzana y piña y clavo de olor con 3 litros de agua.

Cocine a fuego lento por media hora.

Cuele.

Vuelva a hervir las cáscaras con los otros ingredientes con 3 litros de agua.

Cuele y junte con el líquido anterior.

Añadale azúcar (al gusto) y el jugo de Limón.

Sirva helada.


Secreto

Agregue azúcar y limón solamente a la cantidad de refresco que vaya a consumir de inmediato.

El refresco sin mezclar se puede guardar varios días en el refrigerador.



Ingredientes

Para la Marinada:

2 dientes de ajo, molidos
1/4 taza de ají panca molido
Sal y Pimienta
Comino
3/4 taza de vinagre
1/2 cucharadita de sal
2 dientes de ajo, molidos

Para los Anticuchos:

1 corazón de res, limpio y sin grasa
Sal
Aceite
Ají amarillo fresco molido
Palitos para anticuchos


Preparación

De la Marinada:

Mezclar bien los ingredientes de la marinada.

Separar.

Anticuchos:

Limpie el corazón de res quitándole grasa y venas.

Corte en trozos de 2 1/2 a 3 cm.

Coloquelos en un bol y vierta encima la mezcla de la marinada.

Deje el corazón de res marinando mínimo 12 horas.

Ensarte 3 trozos de corazón en cada palito de anticucho.

Caliente la parrilla y acomode los palitos de anticucho untándolos con una mezcla de ají amarillo fresco molido y aceite.

Dele vuelta y espere que se cocinen.

Sirva bien caliente.

Acompañamiento:

Acompáñelos con papa sancochada, choclo y papa a la huancaína u ocopa

La Empanada de Carne


Ingredientes

Masa

4 tazas de harina
1 taza de manteca vegetal
1 taza de margarina
1 cucharadita de sal
1 ¼ taza de agua helada
½ cucharadita de polvo de hornear

Relleno

1½ taza de cebolla picada en cuadritos
¼ de taza de aceite, aproximadamente
½ k (1lb 2 oz) de carne molida
Sal
Pimienta
Pimentón o páprika
1 cucharadita de ají molido o al gusto
2 a 3 huevos cocidos en trocitos
Trozos de Aceituna (opcional)
1 yema de huevo
1 cucharada de leche
Azúcar en polvo


Preparación

Masa

Mezcle la harina, sal y polvo de hornear con la manteca y margarina.

Trabaje la masa con un cortapastas o 2 cuchillos hasta que parezca avena.

Use las manos lo menos posible.

Incorpore gradualmente el agua helada hasta formar una masa.

Repose en la refrigeradora hasta el día siguiente o mínimo por 3 horas.


Relleno

Fría la cebolla en el aceite hasta que esté transparente.

Agregue la carne y cocinela hasta dorada.

Sazonela con sal, pimienta, pimentón o páprika.

Mezcle bien.

Retire del fuego y enfríe.

Estire la masa con el rodillo y corte discos de aproximadamente 10 cm de diámetro con un vaso o un cortador.

Coloque una porción de relleno de carne en cada disco y coloquee un trozo de huevo.

Si desea coloque un trozo de aceituna.

Humedezca los bordes del disco con agua y doble el disco por la mitad cubriendo el relleno.

Pegue los bordes presionando con los dedos.

Coloque las empanadas en latas engrasadas y enharinadas.

Mezcle la yema con la leche y barnice las empanadas con esta mezcla.

Llevelas al horno de 200°C durante 20 minutos hasta que se doren ligeramente.

Enfríe y luego espolvoree encima con azúcar en polvo.

viernes, 25 de julio de 2008

Más Música Peruana Para Este 28

Sigamos celebrando este 28 con nuestra música peruana.

Aquí les dejo estas 5 canciones para que las escuchen con todo el orgullo de nuestra peruanidad.

1. Contigo Perú (Arturo "Zambo" Cavero)

2. Mi Perú (Los Hermanos Zañartu)

3. Todos Vuelven (Jesús Vasquez)

4. Y se llama Perú (Arturo "Zambo" Cavero y Oscar Avilés)

5. La Flor de la Canela (Chabuca Granda)

Feliz 28

Celebremos estas fiestas con 3 canciones de Eva Ayllón

Celebremos las fiestas patrias con estas 3 hermosas canciones interpretadas por Eva Ayllon

1. Y se llama Perú

2. Estoy enamorada de mi país

3. Que viva el Perú

MI PERU!!!

La Evolución de Nuestro Escudo Nacional

Nuestro escudo nacional ha ido evolucionando hasta llegar a su versión actual


Primera Versión del Escudo Nacional (1821-1825)

Grabado del primer escudo del Perú

La primera versión del escudo Nacional del Perú fue diseñada por el general José de San Martín y aprobada por el Congreso Constituyente el 21 de octubre de 1820. Constaba de un paisaje del sol naciente desde los Andes visto desde el mar, enmarcado por una corona de ramas de laurel atadas por un cintillo dorado.

En el interior se reflejaban, sobre el fondo azul del firmamento, los amarillos rayos del sol por detrás de imponentes sierras escarpadas de color pardo oscuro que se levantaban sobre la tranquilidad del océano azul y verde.

Detrás del escudo se mostraban las banderas de los Estados sudamericanos y una palmera de plátanos. Estaba rodeado por la izquierda de un cóndor y por la derecha de una llama.

La composición se posaba sobre una base barroca, bajo la cual se hallaba un pergamino con el lema "Renació el sol del Perú" en letras mayúsculas y sobre la cual se hallaban además algunas ramas y flores y municiones.

Los primeros diseños fueron hechos por Francisco Javier Cortés por indicaciones de San Martín.


Segunda Versión del Escudo Nacional (1825-1950)


Segundo escudo del Perú

El 25 de febrero de 1825, Simón Bolívar y el Congreso Constituyente promulgaron una ley que definía nuevos símbolos patrios, estableciéndose un nuevo escudo nacional, similar al que se emplea actualmente. Esta vez era un diseño de los congresistas José Gregorio Paredes y Francisco Javier Cortés. La descripción dada en la ley fue:

Las armas de la Nación Peruana constarán de un escudo dividido en tres campos: uno azul celeste, a la derecha, que llevará una vicuña mirando al interior; otro blanco, a la izquierda, donde se colocará el árbol de la quina; y otro rojo inferior y más pequeño en que se verá una cornucopia derramando monedas, significándose con estos símbolos, las preciosidades del Perú en los tres reinos naturales. El escudo tendrá por timbre una corona cívica, vista de plano, e irá acompañada en cada lado de una bandera y un estandarte de los colores nacionales, señalado más adelante.
El escudo presentó algunas dificultades en su reproducción, las cuales originaron, meses después de su creación, que los sellos de los ministerios modificaran la ley cortando a lo ancho el escudo para diseñar cómodamente la cornucopia.


Modificación de 1950

Escudo Nacional Actual

Luego de su establecimiento en 1825, el escudo fue ligeramente modificado mediante el Decreto Ley Nº11323, dado 31 de marzo de 1950 por Manuel Odría, entonces Presidente de la Junta Militar de Gobierno.

En el citado documento, se expresa que el escudo nacional quedó cortado en mitades y el espacio inferior se convirtió en el mayor y no "en el más pequeño" como decía la ley de 1825.

Asimismo, se agrega al léxico oficial el término Escudo Nacional.

jueves, 24 de julio de 2008

Nuestro Escudo Nacional


El Escudo Nacional es un símbolo patrio empleado por nuestro Estado, la República del Perú, y las demás instituciones públicas del país.

Tiene forma de polaca (piel de toro), y esta dividido en tres sectores por una línea horizontal al centro y otra perpendicular a la primera. El campo inferior es de color rojo y en él se ubica una cornucopia dorada orientada hacia la izquierda derramando monedas de oro representando el reino mineral. El campo superior izquierdo es de color celeste y muestra la imagen de una vicuña mirando hacia la derecha, representando el reino animal. En la esquina superior derecha, de fondo blanco, se ubica el árbol de la quina representando el reino vegetal.

El escudo lleva por timbre una corona cívica de encinas vista de plano (o más bien con una ligera inclinación). A cada lado lleva un estandarte sin escudo y una bandera.

El Escudo de la República del Perú fue aprobado por el Congreso Constituyente de 1825 y ratificado el 31 de marzo de 1950

miércoles, 23 de julio de 2008

Los Vanos Intentos de Reformar Nuestro Glorioso Himno Nacional Durante la Era Republicana


En este artículo veremos los intentos que se hicieron de cambiar nuestro glorioso himno durante la era republicana de nuestro país.

Diversas publicaciones del himno fueron operando sutiles modificaciones en la letra y la música, que es restaurada y nuevamente arreglada por Claudio Rebagliati en 1869 a pedido de José Bernardo Alcedo.

Claudio Rebagliati Ricaldoni fue un compositor y violinista italiano que llegó a Lima en una gira de conciertos, y que se quedo viviendo en el Perú hasta el día de su muerte. Su vinculación y aporte en la historia de la música peruana fue grande. Se máximo logro fue que restauró, armonizó y orquestó la actual versión del Himno Nacional del Perú.

En 1874 se presentó una solicitud en la que se pidió la convocatoria a un concurso para reformar la letra del Himno Nacional, en vista de las sucesivas versiones que circulaban, además de los pequeños defectos que le encontraban.

Dicha iniciativa, aún cuando fue aprobada, no prosperó, debido al rechazo que generó en la opinión pública por el arraigo y el reconocimiento que el tiempo le había dado, haciendo de ella una tradición ya consolidada.

En 1901 hubo un nuevo intento reformista, esta vez, aprobado por el gobierno de Eduardo López de Romaña, quien fue el primer presidente de lo que se llamó "La República Aristocrática".

Luego de aprobar la música del Himno restaurada por Claudio Rebagliati, dispuso que se convocara a un concurso para elegir una nueva letra por considerar la original de José de la Torre Ugarte, como agresiva hacia España, teniendo en cuenta que en aquellos tiempos las relaciones entre ambos países eran cordiales.

Dicho concurso lo ganó nuestro gran poeta José Santos Chocano, cuyas estrofas con el mismo coro llegaron a cantarse en las escuelas publicas y se publicaron en los cancioneros populares.

Las estrofas del poeta limeño eran:

I

Si Bolívar salvó los abismos
San Martín coronó la altitud;
y en la historia de América se unen
como se unen arrojo y virtud.
Por su emblema sagrado la Patria
tendrá siempre, en altares de luz
cual si fuesen dos rayos de gloria,
dos espadas formando una cruz

II

Evoquemos a aquellos que un día
nos legaron eterna lección;
y ensalcemos, no en vanas palabras
sino en hechos, la Paz y la Unión.
¡Trabajemos! Las manos sangrientas
se depuran en esa labor;
¡que la guerra es el filo que corta,
y el trabajo es el nudo de amor!

III

El trabajo nos ciñe laureles,
si la lucha nos dio libertad.
¡Trabajemos! ¡Abramos la tierra,
como se abre a la luz la verdad;
arranquemos el oro a las minas;
transformemos la selva en hogar;
redimamos el hierro en la industria
y poblemos de naves el mar!

IV

A vivir subyugados sin gloria,
prefiramos morir sin baldón,
que así sólo verán nuestros héroes
satisfecha su noble ambición.
¡Somos libres! Gritaron los pueblos;
y la Patria fue libre a esa voz,
¡como el Orbe salió de la Nada
a una sola palabra de Dios!

Pero no pasó mucho tiempo para que nuevamente la opinión pública reclamara la antigua letra, siendo tanta la presión que el Congreso peruano se vio obligado en 1913 durante el gobierno de don Guillermo Billingurst a declarar intangible, tanto la letra como la música del Himno nacional.

En 1959, a pedido del maestro Raúl Porras Barrenechea, nuestra gran compositora y cantante Chabuca Granda compuso un reemplazo para la primera estrofa del himno, sin embargo, ésta no se difundió.

Gloria enhiesta en milenios de historia
fue moldeando el sentir nacional
y fue el grito de Túpac Amaru
el que alerta, el que exige
y el que impele, hacia la libertad.
Y el criollo y el indio se estrechan
anhelantes de un único ideal
y la entrega de su alma y su sangre
dio el blanco y los rojos
del emblema que al mundo anunció
que soberano se yergue el Perú.
Para gloria de Dios.

El último intento de cambiar el himno fue del gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado en el que se intentó modificar el segundo y tercer párrafo. Igualmente impuso que en las ceremonias oficiales y colegios, se cantase la última estrofa en lugar de la primera.

Pero este intento tampoco tuvo éxito, y ni bien se recuperó la democracia, durante el gobierno del Arquitecto Fernando Belaunde se volvió a cantar el Himno con su coro y su primera estrofa.

El Tribunal Constitucional determinó en junio de 2005 que la primera estrofa del himno (Largo tiempo ...) no es de la autoría de José de la Torre Ugarte sino más bien fruto del folclore popular y que su inserción en el Himno expresa la voluntad del pueblo peruano representado en el Parlamento Nacional mediante la Ley Nº 1801 por lo que merece mantenerse como intangible. Sin embargo, también verificó que se había excluido la quinta estrofa original del himno y, considerando la legislación de los Derechos de autor y la integridad de la obra ordenó que se restituya dicha quinta estrofa que, en la versión actual del himno, sería la sexta estrofa de un total de siete.

martes, 22 de julio de 2008

La escarapela no es un simbolo patrio pero que bien se luce en nuestro pecho

Recientemente leí una carta en Peru21 en el que un lector decía que la escarapela no es un símbolo patrio, y me puse a estudiar un poco del tema.

Aunque el lector tenía razón en su afirmación, lo que si podemos concluir es lo bien que se luce en nuestro pecho y que es una muestra de nuestro amor por el Perú.

En Wikipedia encontré una definición muy interesante de la escarapela

La escarapela del Perú es un distintivo nacional de los peruanos. Dispone los colores de la cinta al igual que las de la bandera. No existe un año determinado como inicio del uso de la escarapela por los peruanos sino que más bien, el inicio de este uso se encuentra enterrado en la historia republicana del Perú. No existe una regulación que obligue a su uso, porque oficialmente no es un Símbolo Nacional del Perú. No obstante, está muy arraigada la costumbre de su uso durante el mes de julio en las instituciones estatales y en algunas privadas a nivel nacional. Se utiliza comúnmente prendida, a manera de insignia, en el lado izquierdo del pecho durante todo el mes de julio, en el que se celebran las Fiestas Patrias del Perú. Originalmente de tela, la escarapela luego adoptó formas más prácticas, siendo utilizada mayoritariamente en forma de prendedor de metal.

lunes, 21 de julio de 2008

Y Se Llama Perú cantada por Gianmarco

"Y se llama Perú" es un hermoso vals compuesto por Augusto Polo Campos.

Es una de las canciones que recordamos los peruanos que estamos lejos de nuestro amado país, y nos hace recordar la grandeza y la hermosura de nuestro grandioso Perú.

Veamos el video de la canción en una versión interpretada por Gianmarco.



Cosechando mis mares,
sembrando mi tierra
quiero mas a mi patria,
Mi nación que luchando
rompió las cadenas
de la esclavitud.

Es la tierra del Inca
que el sol ilumina
porque Dios lo manda,
y es que Dios a la gloria
le cambió de nombre
y le puso PERÚ.

Atesoran tus playas
la riqueza pesquera
de mi mar soberano,
y en la sierra bravía
la nieve perpetua
es bandera de paz,
la montaña en sus venas
guardara el petróleo
de nuestro mañana,
y la tierra serrana
nos da a manos llenas
el acero y el pan.

Y se llama PERÚ,
con P de patria,
la E del ejemplo,
la R de rifle,
la U de la unión...
Yo me llamo PERÚ,
pues mi patria peruana
con la sangre y el alma
pintó los colores
de mi pabellón.

Yo también me llamo PERÚ
con P de Patria
la E del ejemplo,
la R de rifle,
la U de la unión...
Yo me llamo PERÚ,
pues mi patria peruana
con la sangre y el alma
pintó los colores
de mi pabellón.

Historia del Himno Nacional Peruano


Himno Nacional del Perú cantado por Juan Diego Florez


El Himno Nacional del Perú es uno de nuestros símbolos nacionales.

Su letra fue compuesta por don José de la Torre Ugarte y su música por don José Bernardo Alcedo en el año 1821.

Después de proclamarse nuestra independencia, el general José de San Martín convocó a un concurso público para elegir la Marcha Nacional del Perú, que fue publicada el 7 de agosto de 1821 en la Gaceta Ministerial.

En el anuncio se convocaba a todos los profesores de bellas letras, a los compositores y aficionados en general, para que dirijan sus producciones firmadas al Ministerio de Estado antes del 18 de setiembre, día en el cual una comisión designaría cuál de ellas sería adoptada como la Marcha Nacional. El autor de la composición elegida, sería retribuido por el público y el gobierno con la gratitud.

Se presentaron siete composiciones al concurso, las cuales fueron examinadas y ejecutadas en el orden siguiente el 18 de setiembre de 1821:

La del músico mayor del batallón "Numancia"

La del maestro Alcedo

La del maestro Guapaya

La del maestro Tena

La del maestro Filomeno

La del padre Aguilar, maestro de capilla de los Agustinianos

Otra más del maestro Alcedo, a la sazón hermano terciario del Convento de Santo Domingo.

Apenas terminó la última ejecución del maestro José Bernardo Alcedo, el general José de San Martín se puso de pie y exclamó: "Sin disputa, éste es el Himno Nacional del Perú".

Al día siguiente, se firmó el decreto que confirmaba lo dicho por el General José de San Martín, lo cual generó gran satisfacción entre los partidarios de la independencia.

El Himno Nacional fue estrenado en la noche del 23 de setiembre de 1821 en el Teatro de Lima, en una función a la que asistieron San Martín y los próceres de la independencia que en esa fecha se encontraban en la capital.

La bella voz de la señora Rosa Merino fue la primera en entonar nuestro himno nacional. El auditorio, al escuchar la música y letra del Himno Nacional, respondió de pie sugestionados por Alcedo, que dirigía la orquesta.

Las estrofas originales fueron compuestas por el poeta iqueño y sanmarquino de las Facultad de Artes, don José de la Torre Ugarte.

Las estrofas del himno son un claro testimonio del fervor patriota del poeta y de los ideales emancipatorios de los peruanos. Esto muestra un compromiso de los peruanos por la independencia.

Esta es la letra original de nuestro bellísimo himno:

Coro

Somos libres, seámoslo siempre
y antes niegue sus luces el sol,
que faltemos al voto solemne
que la patria al Eterno elevó.

Estrofa I

Largo tiempo el peruano oprimido
la ominosa cadena arrastró;
condenado a una cruel servidumbre
largo tiempo en silencio gimió.
Mas apenas el grito sagrado
¡Libertad! En sus costas se oyó,
la indolencia de esclavo sacude,
la humillada cerviz levantó.

Estrofa II

Ya el estruendo de broncas cadenas
que escuchamos tres siglos de horror,
de los libres al grito sagrado
que oyó atónito el mundo, cesó.
Por doquier San Martín inflamado,
Libertad, libertad, pronunció,
y meciendo su base los Andes
lo anunciaron, también a una voz.

Estrofa III

Con su influjo los pueblos despiertan
y cual rayo corrió la opinión;
desde el itsmo a las tierras del fuego
desde el fuego a la helada región.
Todos juran romper el enlace
que natura a ambos mundos negó,
y quebrar ese cetro que España,
reclinaba orgullosa en los dos.

Estrofa IV

Lima, cumple ese voto solemne,
y, severa, su enojo mostró,
al tirano impotente lanzando,
que intentaba alargar su opresión.
A su esfuerzo sellaron los grillos
y los surcos que en sí reparó,
le atizaron el odio y venganza
que heredara de su Inca y Señor.

Estrofa V

Compatriotas, no más verla esclava
si humillada tres siglos gimió,
para siempre jurémosla libre
manteniendo su propio esplendor.
Nuestros brazos, hasta hoy desarmados
estén siempre cebando el cañón,
que algún día las playas de Iberia
sentirán de su estruendo el terror.

Estrofa VI

Excitemos los celos de España
Pues presiente con mengua y furor
Que en concurso de grandes naciones
Nuestra patria entrará en parangón.
En la lista que de éstas se forme
Llenaremos primero el reglón
Que el tirano ambicioso Iberino,
Que la América toda asoló.

Estrofa VII

En su cima los Andes sostengan
la bandera o pendón bicolor,
que a los siglos anuncie el esfuerzo
que ser libres, por siempre nos dio.
A su sombra vivamos tranquilos,
y al nacer por sus cumbres el sol,
renovemos el gran juramento
que rendimos al Dios de Jacob.

domingo, 20 de julio de 2008

El Mejor Himno Nacional del Mundo



El peruano, por supuesto.

Encontré en youtube este video en el que se ven todos los departamentos de Perú, mostrando fotos de sus bellos paisajes, edificaciones, atractivos turísticos, gastronomía, música, y muchas cosas más que muestran la grandeza de nuestro bello país.

Y todo esto con el fondo musical de nuestro glorioso Himno Nacional, el más bello del mundo.

jueves, 17 de julio de 2008

La Independencia del Peru en Video

Estamos en el mes de la patria y cuanto más de recordar estas fechas que conociendo nuestra historia.

Veamos el especial de Fiestas Patrias del programa "Sucedió en el Perú" del canal 7.

El programa se llamó el Perú Independiente y fue conducido por Toni Zapata y Benito (Angel Calvo).

En el veremos las cosas que sucedieron en esa fecha tan gloriosa de una manera didáctica a través de videos y entrevistas.

Disfrutemos del programa

Parte 1


Parte 2


Parte 3


Parte 4


Parte 5


Parte 6

miércoles, 16 de julio de 2008

Historia del Gran Desfile Militar Peruano



De todas las ceremonias que se desarrollan durante las celebraciones por Fiestas Patrias en el Perú la Gran Parada Militar, es un imponente desfile que se lleva a cabo cada 29 de julio en honor a las Fuerzas Armadas del Perú, siendo la más esperada por todos los peruanos.

Esta se realiza un día después de finalizado el Te Deum, ceremonia religiosa llevada a cabo anualmente cada 28 de julio en la Catedral de Lima con asistencia del Presidente de la República y sus Ministros de Estado.

Desde fines del siglo XIX hasta 1937 el Te Deum y la parada militar se realizaban juntos cada 28 de julio en la Plaza Mayor de Lima.

Sin embargo, el 28 de julio de 1921, con motivo del centenario de la independencia del Perú, la parada militar se realizó en la Plaza Bolívar.

Desde 1938 la parada militar cambia de escenario al Campo de Marte de Lima, realizándose ininterrumpidamente hasta 1960.

A partir de 1939 se establece que el Te Deum se realice cada 28 de julio y la Parada Militar cada 29 de julio.

En 1961 la parada militar volvió a cambiar de escenario llevándose a cabo, sin interrupción alguna, hasta 1974, en la Avenida Brasil de Lima.

Con motivo de los sucesos del 5 de febrero de 1975 (huelga policial) la parada militar es suspendida, suspensión que se prolongaría en los siguientes tres años.

El 29 de julio de 1979, con motivo del centenario de la guerra del pacífico, se reanuda la parada militar en la avenida Brasil, escenario que mantendría hasta 1985.

No obstante, el 27 de julio de 1984, la parada militar se llevó a cabo en la Avenida y Plaza Grau de Lima con ocasión del sesquicentenario del nacimiento del Gran Almirante del Perú Miguel Grau Seminario.

En 1986 el Presidente Alan García Pérez, por "medidas de seguridad", dispone que la Plaza Mayor de Lima vuelva a ser el escenario oficial de la parada militar hasta 1989.

En 1990 la parada militar retornó al Campo de Marte (Avenida de la Peruanidad), escenario que se mantendría hasta 1992.

En 1993, el presidente Alberto Fujimori, argumentando necesidades de agenda, dispuso que la parada militar se realice el 27 de julio de dicho año en la avenida Brasil, escenario que se mantendría hasta 1996.

En 1997 la parada militar vuelve al Campo de Marte manteniéndose hasta 1999.

Al comenzar el siglo XXI, el 2000, luego de la marcha de los 4 suyos (manifestaciones de protesta contra la discutida reelección presidencial), el gobierno de Fujimori decidió llevar a cabo la parada militar, que inicialmente se iba a efectuar en el Campo de Marte, en el Cuartel General del Ejército.

En el año 2001, el Presidente Alejandro Toledo, que tenía en su agenda estar el 29 de julio en el Cusco, dispuso que la parada militar se realice el 30 de julio en la avenida Brasil.

No obstante, el Presidente Toledo en el año 2002, ordena que el Campo de Marte sea de nuevo el escenario de la parada militar, manteniéndolo hasta el año 2004, sin embargo en el año 2005 el Presidente Toledo, dispone, otra vez, que la Avenida Brasil sea el escenario de la parada militar, escenario que se mantiene hasta nuestros días.

Fuente: Wikipedia

La Historia de la Bandera del Perú - Parte 2

Bandera de Torre Tagle de Marzo de 1822


Cinco meses después de ser instituida la "primera bandera" nacional (marzo de 1822), José Bernardo de Tagle, marqués de Torre Tagle y Supremo Delegado de la República, quien reemplazó internamente a José de San Martín, cuando éste viajó a Guayaquil, decretó un nuevo diseño. La composición establecía una franja blanca transversal encamada entre dos de color rojo de la misma anchura con un Sol en el centro. La modificación efectuada, respondía, según Torre Tagle, entre otras cosas, a los inconvenientes que demandaba "la construcción" de la anterior bandera.

Fue diseñada por José Bernardo de Tagle, tenía tres campos horizontales; los extremos eran rojos y el central, blanco, al centro del cual figuraba la imagen de un sol similar al de la bandera propuesta por Miller.

En los campos de batalla surgió un inconveniente: el parecido con el pabellón español dificultaba la diferenciación de los ejércitos, lo que provocó un nuevo cambio de la bandera.


Bandera de Torre Tagle de Mayo de 1822


El 31 de mayo de 1822, José Bernardo de Tagle cambió nuevamente el diseño de la enseña patria al darse cuenta de los problemas que causaban sus recientes modificaciones. Esta versión estuvo formada de tres bandas verticales, de color rojo los extremos y blanco la central, con el sol dorado. También fue diseñada por el marqués de Torre Tagle.

José de Tagle le había dado a la bandera nacional un carácter provisional, considerando que el momento que vivían no era el apropiado para dictar normas de carácter definitivo. Así, optó por darle otro diseño a la bandera peruana en virtud de que ésta se confundía a lo lejos con la de los españoles.


Bandera Actual del Perú


3.º El pabellón y bandera nacional se compondrán de tres fajas verticales, las dos extremas encarnadas, y la intermedia blanca, en cuyo centro se colocará el escudo de las armas con su timbre, abrazado aquel por la parte interior de una palma a la derecha y una rama de laurel a la izquierda entrelazadas. El pabellón de los buques mercantes, será sencillo, sin escudo ni otra insignia.
Ley del 25 de febrero de 1825 estableciendo el escudo de armas, gran sello del Estado

El 25 de febrero de 1825, durante el gobierno de Simón Bolívar, el Congreso Constituyente cambió el diseño de la bandera mediante la promulgación de la ley de símbolos patrios. Se cambió la imagen del sol por el flamante escudo de armas, diseñado por José Gregorio Paredes y Francisco Javier Cortés.

De esta manera, la bandera queda constituida por les tres bandas verticales de color rojo los extremos y blanco la central, con el escudo de armas al centro de la banda media. El escudo se compone de tres campos que representan los tres reinos de la naturaleza, presentes en el territorio peruano. El reino animal es representado al lado izquierdo del escudo por la Vicuña sobre fondo celeste, el reino vegetal es representado al lado derecho por el árbol de la quina, sobre fondo blanco y debajo de los campos anteriores sobre fondo rojo, el reino mineral es representado por la cornucopia de la abundancia. Además, tenía por timbre una corona y estaba abrazado desde su parte inferior por una palma a la derecha y una rama de laurel a la izquierda.

lunes, 14 de julio de 2008

La Historia de la Bandera del Perú - Parte 1

Desde la época de la independencia el Perú la bandera a tenido diversas evoluciones hasta llegar a la hermosa bandera que tenemos hoy

Veamos la historia de nuestra bandera.

La Bandera de Miller


En 1820, durante el periodo de emancipación, el almirante Miller, inglés que apoyaba la causa de la independencia, enarboló en la ciudad de Tacna la primera bandera que buscó representar al país. Era una bandera azul marino con un sol dorado (tal vez el Inti) en su interior. Esta bandera se perdió pero quedó su descripción.

No es oficial, pero se podría decir que, al ser marino el almirante Miller, se le ocurrió que el fondo podría ser el color "representativo del mar"; pero no se equivocó, pues el mar siempre estuvo presente en el desarrollo de las altas culturas peruanas. Podría decirse que esta bandera fue reprensentativa de las altas culturas andinas, el fondo azul de ese mar "marino y marinero", que permitió los primeros asentamientos humanos en Perú (Paracas, 10,000 años a.C.), comenzar el desarrollo de las altas culturas (Paracas, Chavín, Tiahuanaco - Wari, Chincha) y el sol de los incas "hacedor de la vida", según la cosmovisión andina. El mar de Chincha, porque fueron los chinchas los que mejor explotaron el mar; del que aprendieron los incas a, por ejemplo, "comer pescado" y a apreciarlo; y sobre todo, a incorporarlo a su dieta diaria.


Bandera Provisional de 1820


Fue creada por el General José de San Martín con la siguiente descripción dada en el primer articulo del Decretado del 21 de octubre de 1820:
Se adoptará por bandera nacional del país una de seda, o lienzo, de ocho pies de largo, y seis de ancho, dividida por líneas diagonales en cuatro campos, blancos los dos de los extremos superior e inferior, y encarnados los Laterales; con una corona de laurel ovalada, y dentro de ella un Sol, saliendo por detrás de sierras escarpadas que se elevan sobre un mar tranquilo. El escudo puede ser pintado, o bordado, pero conservando cada objeto su color: a saber, la corona de laurel ha de ser verde, y atada en la parte inferior con una cinta de color de oro; azul la parte superior que representa el firmamento; amarillo el Sol con sus rayos; las montañas de un color pardo oscuro, y el mar entre azul y verde.
En el mismo decreto se determina que la fuerza y vigor de su mandato es hasta que en el Perú se establezca un gobierno general por voluntad libre de sus habitantes.

No se sabe a ciencia cierta el origen de la bandera, pero hay algunas especulaciones. Una tradición literaria, escrita en 1917 por Abraham Valdelomar, cuenta que el general José de San Martín, habiendo desembarcado en las costas del sur de Pisco (bahía de la Independencia en la actual Reserva Nacional de Paracas), se habría inspirado en los colores de las parihuanas, unos flamencos de alas rojas y pecho blanco.

Los historiadores de la temprana República Peruana, (Leguía y Martínez, Pareja Paz Soldán), dan un explicación diferente: la bandera peruana tiene los colores rojo y blanco porque José de San Martín tomó el rojo de la chilena y el blanco, de la argentina en reconocimiento de que el Ejército Libertador estaba formado por hombres de ambas naciones. La bandera que un año antes fue enarbolada en Tacna, podría ser una versión libre de la bandera argentina creada por Belgrano diez años antes.

Don Jose de San Martin y la Independencia del Perú


El mundo estaba convulsionado en el siglo XVIII, corrientes libertarias recorrían América, que llevaron a la independencia de los Estados Unidos y precedieron a la Revolución Francesa, las cuales repercutieron en los países de América Latina con protestas, revueltas y rebeliones.

El rey español, Fernando VII, había logrado frenar todo intento de emancipación en las colonias. Por lo que a comienzos de 1816, solo quedaban como unicos focos de agitacion libertaria: las Provincias Unidas del Río de la Plata (Argentina), y la Región de los Llanos Orientales del Orinoco (Venezuela).

Fue de estos dos históricos lugares de donde salieron las dos Corrientes Libertadoras que convergieron en el Perú: la del Sur, al mando de Don José de San Martín (1820), y la del Norte, comandada por Don Simón Bolivar.

La mayoría de los peruanos combatieron en el batallón llamado "Legión Peruana", en el que destacaron el General La Mar, los oficiales Ramón Castilla, Miguel San Román y Narciso Tudela, todos ellos distinguidos por acción heroica en el campo de batalla.

El Ejército Libertador del Perú, que estaba al mando de Don Jose de San Martin, zarpó de Valparaiso, el 20 de agosto de 1820.

La expedición constaba de 4118 hombres de las diferentes armas: caballeria, infanteria y artilleria.

Despues de 18 días de navegación, el 8 de setiembre de 1820, desembarcó de la Expedición Libertadora en la bahía de Paracas.

Luego de eso, los patriotas empezaron su marcha y ocuparon Pisco, Chincha y las demás haciendas inmediatas; San Martin estableció entonces su Cuartel General en Pisco.

De ahí Don Jose de San Martín ocupo Lima y reunió a la gente a un Cabildo Abierto el 15 de julio de 1821.

Don Manuel Pérez de Tudela, quien más tarde fue Ministro de Relaciones Exteriores, redactó el Acta de la Independencia, que fue suscrita por las personas notables de la ciudad y que decía así:

2 semanas después, el 28 de Julio de 1821 se reúne el Cabildo Abierto en Lima, declarando junto con el pueblo la Independencia del Perú de la dominación española y de cualquier otra dominación extranjera.

Don José de San Martín proclama y jura la Independencia del Perú en el famoso balcón de Huara con las siguientes palabras:


EL PERU DESDE ESTE MOMENTO ES LIBRE E INDEPENDIENTE
POR LA VOLUNTAD GENERAL DE LOS PUEBLOS
Y POR LA JUSTICIA DE SU CAUSA QUE DIOS DEFIENDE
¡VIVA LA PATRIA!
¡VIVA LA LIBERTAD!
¡VIVA LA INDEPENDENCIA!"

Según Jorge Basadre, estas palabras simbolizaron un cambio histórico, había surgido el principio de "la voluntad de los pueblos".

Había nacido la República del Perú.


Fiestas Patrias en el Perú

Desde comienzos de julio ya se empieza a sentir ese aire de fiesta; es la libertad y orgullo que nace del corazón todos los peruanos.

El Perú profundo y el urbano se preparan para la celebraciones del 28 de julio, mientras que lagente hace planes especiales para estas fechas.

En ese mes el turismo interno se acrecienta y la gente recorre nuestro maravilloso Perú, desde las playas hasta los ríos y los miles de destinos turísticos de nuestra hermosa nación.

Allí en Lima esta Pachacamac, en Cajamarca los baños del Inca, y nuestra joya más grande Macchu Picchu en el Cuzco.

Los peruanos hemos conservado nuestras raíces culturales de generación en generación, por lo que viajar por nuestro país es regresar a nuestro glorioso pasado, a nuestras muchas culturas, al majestuoso Tahuantinsuyo y al Imperio Incaico.

Así, que el 28 de julio es una fiesta donde se siente la peruanidad en todo su esplendor, recordando nuestras costumbres, tradiciones, música, arte y nuestra sabrosísima comida.

Celebremos con alegría este 28 y gritémos un fuerte ¡Viva el Perú!